jueves, 7 de agosto de 2008

segun el blog telekinesis :P

Ama y no sufras (algo interesante)

Para no sufrir... elegir bien con quién

El primer paso, y quizá el más relevante para no sufrir, es elegir bien o al menos reflexionar un poco antes de involucrarte, darte un tiempo para que puedas evaluar los pros y los contras, donde te proyectes al futuro, así sea a corto plazo, días u horas. Un ensayo virtual que no suelen hacer los enamorados. Me dirás que Eros no da tiempo; sin embargo, si estás vigilante puedes verlo llegar como un rubor, una sensación de extrañeza o cierta inquietud hacia alguien.

Si te ha ido mal algunas veces, la salida más inteligente es revisar por qué ha sido así. Sentarte con cabeza fría a evaluar las causas. Es absurdo que te niegues el amor por miedo a sufrir. ¿Eres tan cobarde? Había una vez un gato que se sentó sobre un fogón prendido y se quemó la cola, y a partir de ese momento decidió quedarse toda su vida de pie. ¿Qué le faltó al gato?: capacidad de discernimiento, la clave de todo aprendizaje. Dónde y cuándo.

Insisto: afrontar el miedo no significa cerrar los ojos y tirarse al abismo, sino abrirlos bien. Estrategias dirigidas al problema, pensar. De ahora en adelante no dejarás que la emoción sea exclusivamente la que tome la decisión. No implica aniquilarla, sino calibrarla. Reprimirla sería como querer curar un dolor de cabeza cortándole la cabeza al paciente. De todas maneras, tengo una pregunta sobre la cual me gustaría que meditaras: Si supieras que sólo después de diez fracasos afectivos consecutivos estaría esperándote la persona ideal, si ése fuera el requisito que te impusiera algún dios malévolo, ¿renunciarías a la felicidad de conocer a esa persona? ¿No pasarías por los diez obstáculos?


Entusiásmate, pero no enloquezcas

Es distinto. El entusiasmo no te aleja de la realidad, te aproxima a la vida con pasión. El amor enfermizo distorsiona la realidad y por lo general lastima a quien lo padece. En el entusiasmo creces como persona y te realizas. En la locura (hipomanía) te niegas a ti misma. Siente el amor con todas tus fuerzas, vívelo intensamente, apasiónate pero sin destruirte. La pasión saludable no implica perder conciencia. Por el contrario, la pasión maníaca es sinónimo de inconsciencia, de descuido, de torpeza.

En algunas personas el riesgo de sufrir por amor no depende tanto de la biología como de algunos esquemas psicológicos adquiridos durante la infancia. Algunos de ellos son:

Pérdida o abandono: “Necesito compensar el vacío afectivo de mi vida y tener lo que nunca tuve, quiero resarcirme”. “No soporto la soledad”.

Necesidad de aprobación y perfeccionismo: “Necesito ser amada para afirmarme a mí misma y debo hacerlo de la mejor manera posible”. “La opinión de los demás me hace feliz o me deprime”.

Inamabilidad y dependencia: “Si me amaran, yo sabría que soy valiosa y me sentiría protegida”. “Necesito a alguien más fuerte en quien pueda confiar”.

Personalidad histriónica: “No puedo vivir sin amor y sin que me adulen”.


Fuente: Ama y no sufras -Walter Riso



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