jueves, 3 de julio de 2008

lalalala

A ver ayer tenia un poco de chicha porque me da colera que la gente no avise las cosas con tiempo, y hagan que uno se quede más, se moje, etc...
Recibi una llamada de alguien que puedo decir que quiero muchisimo, gracias por preocuparse de como me fue, y más tarde otra llamada de alguien tambien, que me gusto porque sonaba demasiado serio y lindo por telefono :P
Luego como a las 8pm me conecte, revise el correo, hable un ratillo y luego ya a dormir...
Ahora un tema del que quiero que comenten conmigo!!!!!

SER UN CABALLERO NO PASA DE MODA, NI TIENE EDAD

La caballerosidad bien entendida está al margen del tiempo. No sólo “en la mesa y en el juego se conoce al caballero”, sino en lo más esencial, el respeto por los demás, que es respeto por uno mismo y el dominio de los propios actos: un caballero nunca pierde la paciencia.

La caballerosidad no es cuestión de cultura, sino de educación. Hay personas muy cultas que no serán, ni han sido nunca, caballeros, porque carecen de educación. Hay personas sin una gran cultura, pero educadas, lo que les permite ser caballeros.

Actitudes de un caballero.

La caballerosidad no sólo se hace de gestos, sino de actitudes, por ejemplo, un perfecto caballero nunca pierde la paciencia. La razón es que si la perdiese, pondría en evidencia que no sabe contenerse y esto es impropio de un hombre.

  • Un caballero nunca interrumpe a los demás cuando hablan, entre otras razones, porque supondría una falta de respeto a las ideas ajenas.
  • Un caballero siempre demuestra respeto por los mayores, porque sabe que la sabiduría radica en ellos.
  • Un caballero nunca se alegra de los errores ajenos, porque supone que la persona que ha errado lo último que necesita es su burla.

Conductas de caballerosidad.

Hasta aquí unos principios básicos de caballerosidad, que deben acompañarse de otras conductas, siendo la más dolorosa la de esperar a comer a una mujer cuando uno se muere de hambre, la comida se enfría, y nuestra deliciosa acompañante no parece tener ninguna prisa por empezar.

Entre las costumbres que se están perdiendo, no sólo por culpa de los hombres, sino por las actitudes de ciertas mujeres que no quieren ser tratadas como damas (la esencia de la feminidad), destacamos:

  • Ceder el paso o abrir antes la puerta del coche a la acompañante.
  • En los restaurantes, acercar el asiento a la señora.
  • En un transporte público, ceder el asiento a una señora o a una persona mayor.
  • Coger la carga a la mujer. Es más que chocante ver a mujeres cargadas de bultos a la salida de los supermercados y los maridos fumando un cigarro. Una foto de esta escena debería convencer a cualquier juez para concederla el divorcio.
  • En los días de frío, el caballero siempre cede la chaqueta a la mujer.
  • Si nuestra acompañante lleva tacones, siempre se ofrece el brazo. ¿Puedo ofrecerte mi brazo?.
  • Si estamos en un acto social, siempre preguntar a la acompañante si podemos traerle algo. Siempre estar pendiente de que se sienta atendida y cómoda.



  • Nunca fijar la mirada en una mujer en compañía de otra.
  • Cuando la mujer llega tarde a la cita y se disculpa (hipócritamente porque ninguna mujer que se precie es puntual) contestarla que “ha merecido la pena la espera”.



Y así podríamos hacer una lista interminable.

Lo peor de todo es que muchos hombres renuncian a ser caballeros porque muchas mujeres les califican de anticuados, lo que es cierto, pero el que realmente es aun caballero no puede dejar de serlo a pesar de los que le digan. En un estilo de vida. La única elegida por los que anteponen el respeto y la cortesía a todo lo demás.

Las personas educadas no esperan nada a cambio, pues lo hacen por su propia educación, pero cuando alguien tiene un detalle con nosotros es bueno saber agradecerlo (ya lo dice el refrán: de bien nacidos es ser agradecidos).

A veces un simple gesto nos sirve como muestra de gratitud, pero también puede expresar una desaprobación o rechazo. Hay gestos de amabilidad que no son interpretados por la otra parte como tal.

.- Los hombres que ceden el paso a las mujeres lo hacen por educación no por obligación. Hay mujeres que piensan que es una obligación del caballero, y no es así. El hombre no es el portero de un hotel.

.- Lo mismo ocurre cuando un caballero, en un restaurante por ejemplo, acerca el asiento a la señora. Es una muestra de cortesía.

.- Si vamos en un transporte público, el tren de cercanías en el que vamos a trabajar todos los días, y cedemos el asiento a una señora, de las gracias, y no haga como si fuera una obligación de éste cederle su asiento.

.- Un caballero que nos cede su turno en un comercio o se ofrece a ayudarnos con los paquetes que estamos cargando en nuestro automóvil. O bien se ofrece a cambiarnos el neumático pinchado.

.- El hombre que cede su chaqueta o prenda de abrigo a la mujer, un dia fresco, también es un detalla para agradecer.

Cualquiera de los detalles anteriormente citados, siempre son de agradecer. No hace falta deshacernos en halagos, y muchas veces ni tan siquiera pronunciar una palabra (aunque un simple gracias, nunca sobra). Bastará una mirada y una sonrisa, para dar por agradecido el detalle.

Si todos hacemos lo mismo, fomentaremos las buenas maneras. De lo contrario, algunas personas puede que nunca más tengan un detalle con otras personas al haberse sentido ofendidas por esta falta de atención ante las muestras de amabilidad.

Lo mismo sirve para cualquier tipo de detalle que una mujer tenga con un caballero. Siempre es de agradecer.


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